martes, 12 de enero de 2016

Mostrando las garras Por: Norberto Betancourt O.


En días pasados hice un comentario sobre el gravísimo problema que representa el acceso del fascismo al poder, y ya han mostrado sus dientes con el control de una de las ramas del poder público: El legislativo. Con la prepotencia y arrogancia que los caracteriza, ya han declarado que en 6 meses habrán arrojado de la presidencia a Nicolás Maduro y creando una amnistía general para que
salgan de la cárcel los terroristas y siembren a Venezuela de un vandalismo generalizado cuya meta final será la salida del presidente. Como todo esto está gravado y filmadas todas sus acciones, si Maduro aceptara este chantaje se haría cómplice de apoyar la ilegalidad, con lo cual, se iría abiertamente contra la constitución.



Volviendo nuevamente a la derrota del 6 de Diciembre, diremos que toda victoria tiene muchos protagonistas que van por el trofeo, en cambio la derrota tiene un solo responsable, el jefe. Que después de la guerra todos son generales, que no es lo mismo ver el toro desde la barrera que estar en el ruedo. En estos últimos están los del micrófono, los discursos rimbombantes y floridos, la pluma ligera que todos los problemas humanos y divinos los conocen, desde un escritorio pero están ausentes allí donde se pelea una causa, se pone en peligro el pellejo, son alérgicos a la acción y ante el sonido de una simple papeleta vuelan a buscar refugio seguro. Como son generales que no pierden ninguna batalla, después de pasada esta, presentan con el mismo detalle cómo pudo haberse ganado la guerra, pero nunca se les vio en algún lugar de peligro o tomando decisiones comprometedoras.

Está bien que se haga un análisis en profundidad sobre las causas de la derrota; unos por acción, otros por omisión, y la gran mayoría por indiferencia, creyendo ingenuamente que la batalla ya estaba ganada y podíamos seguir durmiendo la siesta. La escueta realidad es que el león estaba dormido, y ya mostró sus garras y dientes, su estirpe fascista, viene con toda y por toda la obra del proyecto bolivariano. El fascismo en el poder no le perdona a nadie de sus enemigos.

Con humildad debemos reconocer todos nuestros errores y decir con Bolívar que la victoria se aprende en las derrotas.

El pueblo tiene que concientizarse que el proyecto bolivariano recogió problemas represados por más de 200 años y estos no se solucionan de Raíz ni en 20 – 30 – 40 – 50 años; por lo tanto todos estamos obligados a tomar la trinchera en el puesto que mejor podamos prestar servicio; para poder entregar a las generaciones futuras un país mejor que se lo merece por su gente, por sus inmensos recursos naturales, por dignidad.

La lucha por la revolución bolivariana es un compromiso ineludible de todos los izquierdistas.


Norberto Betancourt O.

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